Notas para Laura Damián I

Laura Damián es el aroma a hierba fresca, a tierra mojada. Es el roce con la falda de una jovencita y el tejido suave y apretado de un suéter verde de alpaca que rodea dos brazos blancos y enmarca dos manos sueltas sobre un libro de poesía. Laura Damián es el cabello suelto que tapa el rostro y dos ojos tímidos que se asoman para descubrir el mundo. Laura es el sol de medio día, la sombra que cae sobre el cuerpo y desaparece como un rumor, en un instante.

Cuando volteo Laura Damián se ha ido. Apenas la escucho alejarse, dos, tres pasos, dos, tres, uno, cero, menos uno Mississippi, menos dos Mississippi, menos tres Mississippi, menos cuatro, menos cinco, menos seis. El tiempo se devora a sí mismo. El tiempo se detiene sobre la piel de Laura, sobre su recuerdo. ¿Alguien dijo mi nombre? "¿Quim, eres tú? ¿Estás ahí?" No. Nadie me busca. Nadie repite mi nombre. Laura es el trazo de las palabras que quedaron por decir. Yo en la punta de mi lengua. Solo. En silencio. Abatido.