
QUIM FONT
Yo, Quim Font salvaje, salvaje que sueña. Arquitecto, poeta, esposo y padre de tres. A veces opto por callarme, por descender a las catacumbas del D.F. y rezar en silencio.
Yo, Quim Font, encerrado en un patio grande donde me persigue el recuerdo de Laura Damián, donde las nubes son barcos de papel y donde el tiempo se devora a sí mismo.
Yo, Quim Font, dueño de quimeras y propietario de un reluciente Ford Impala modelo '75, desaparecido en los primeros minutos del año 1976, a manos de Ulises Lima y Arturo Belano.
Yo, Quim Font, el que recorre la calle de Colima de principio a fin mientras la tierra se abre en dos para invertir el orden de las cosas. El tiempo es una ilusión. "A veces pienso que tú no estás loco", dice mi hija. "No estoy loco", le digo, "sólo confundido".
Uno Mississippi, dos Mississippi, tres Mississippi,
cuatro Mississippi, cinco Mississippi...

“Hay una literatura para cuando estás ávido de conocimiento. Y hay una literatura para cuando estás desesperado".